ARTÍCULO DEDICADO A "UNA FORMA DE DECIRLO"

Artículo aparecido en The Cultural Córner, un publicación digital para uso interno del despacho internacional Ontier sobre el libro "Una forma de decirlo" de Pablo Amargo.

THE CULTURAL CORNER

Juan Barthe

Hoy traemos un libro que bien podría estar en nuestro apartado del cuadro de la semana, pues aúna arte y literatura en una perfecta sintonía. Estamos hablando de “Una forma de decirlo” de Pablo Amargo.

Este libro es un auténtico tratado filosófico y artístico de una manera de mirar y de entender la realidad por parte de este artista excepcional. 

El libro, que Pablo dedica “A mi viejo estudio”, se articula en tres partes fundamentales; la primera “Trazado urbano” que tiene que ver con la observación de nuestro entorno punto de partida de todo arte; la segunda, “Una forma de destreza”, con la práctica del arte de la ilustración; y la tercera, “Hacia rutas inciertas”, ya ahondando en la evolución y el crecimiento del artista.

El libro nos presenta una colección de maravillosas ilustraciones todas ellas acompañadas de un texto y una palabra clave que constituyen auténticas perlas de arte y pensamiento. Así, por ejemplo, bajo la palabra propósito nos encontramos con la siguiente reflexión : “no se trata tanto de que entiendan tus razones como de que compartan tus visiones”.

El año pasado se cumplió el centenario del gran poemario “La Tierra Baldía" de T.S. Eliot. Eliot Al momento de publicarlo, se lo dedicaba a otro gran poeta, Ezra Pound y lo hacía con la frase en italiano de “il miglior fabbro” (el mejor herrero). Eso mismo podríamos afirmar aquí de Pablo Amargo el mejor herrero al conjugar de manera maravillosa las ilustraciones con el texto.

Precisamente lo que esperaba Nietzsche del arte, lo que valoraba en esta, era/es su capacidad de dar cuenta de la mutabilidad de la existencia, de la imposibilidad de reducir el mundo a un único sentido, por eso mucha gente atribuye ( ya es un lugar común, un topos que dirían los griegos τόπος) el carácter de Koan  公案 a las ilustraciones de Amargo, pues en su enigmático juego de significados e ironía dan cuenta precisamente de eso, de la imposibilidad de reducir el mundo a un único sentido y aún más, que la dotación de sentido exige esfuerzo, mirar más allá de los significados dados, desocultar, que es precisamente el significado de aletheia (ἀλήθεια) la palabra que los griegos clásicos tenían para desigar a la “verdad”. 

Una maravillosa obra y una auténtica obra de arte por derecho propio.